La cueva Lechuguilla brinda paisajes subterráneos inusuales, o extraordinarias. Me refiero a la que es la quinta cueva (conocida) más larga del mundo, con unos 166 kilómetros de extensión estimados, y en gran parte aún sin explorar, llamada Lechuguilla, en honor a una planta que se encuentra en su entrada.
El descubrimiento de ésta enorme cueva o sistema de cuevas es bastante curioso: durante gran parte del siglo XX no fue más que una cueva irrelevante explorada por algunos mineros, hasta que el 26 de mayo de 1986 un grupo de espeleólogos descubre un pasadizo que supone la puerta de entrada a una de las grandes maravillas subterráneas del planeta, por su condición prístina, por las formas inusuales, por las gigantescas cavidades subterráneas y la belleza que se extiende por kilómetros y kilómetros, incluyendo variedad de depósitos minerales nunca antes vistos en esas condiciones y dimensiones.
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